– ABRAN LAS PUERTAS!
Todo el mundo quedo atónito, no hallaban la razón por la que Su Excelencia Wolfram estuviera tan alterado
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(Por Günter)
No me importa que pueda ocurrir, Su Majestad es mi prioridad, jamas lo cambiaré por nada en el mundo...por nada
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– Su Excelencia que es lo que ocurre?
– solo abran las puertas!...es necesario– insistía el rubio
– pero Su Exce-
–Wolfram!
– Günter?
– qué está pasando?
– recibiremos una visita y se necesita que las puertas estén abiertas
– sí, lo sé, pero ni siquiera estamos preparados, Su Majestad debe ponerse su vestimenta real
– ohj....pero es que no tenemos mucho tiempo, ya me notificó que venía en camino
– como sea, no te pongas necio y vayamos aden-
– ya Günter, no lo sigas regañando– dijo Yuuri calmando al dramático de su guardián– Wolfram, se que tienes esta visita, me di cuenta por mi mismo, y si lo quieres es dar una buena impresión debe-
– Caballos a la vista!!– dijo un
hombre vigilante, desde las alturas de los muros
– ¿eh?– dijeron todos. Wolfram quien estaba de frente a Yuuri, rápidamente volteó sorprendido.
– ¡Es él!, ¡ya ha llegado!– Wolfram tenía una misteriosa alegría en ese instante. Y los soldados como antes habían escuchado, empezaron a abrir las compuertas del reino.
Las personas en caballo se empezaban a ser visibles desde adentro del castillo
– ¿Su Majestad?– llamó Conrad
– si, lo se– Yuuri normalmente se ponía nervioso cuando recibía a algún extranjero en su presencia, era algo que el aun no podía controlar.
Arriba, en las ventanas del comedor que daban hacia la salida del reino, estaban dos personas mirando todo el entorno hacia abajo.
– así que una visita para Lord Von Bielefeld, eh– dijo el de anteojos.
– Lord Von Bielefeld, oh, ¿ese que no es mi doble?, ¿Wolfram?
– si, así es
– ya veo...*escalofríos*...estoy sintiéndome muy ansioso
– ¿ansioso? ¿Por qué?
– no lo sé, es algo extraño, últimamente me he estado sintiendo así, no puedo explicarlo...
– hmm, será que...
– ¿qué? *latidos* ...tsk...
– hmmm...deberíamos bajar
– ¿estas seguro?, allí esta-
– entonces solo bajaré yo, tu puedes quedarte aquí viendo si quieres
– si, mejor
– bien, regreso luego, quedate aquí con Cheri-sama y Greta
Murata volteo a ver y vio que no estaban ni una de las ya mencionadas. Seguramente habían bajado al patio de té
*relinchos de caballo*
Ya había llegado
– ¡Su Majestad!, ¡Sus Excelencias!, ¡me complace anunciarles la llegada del único y adoptivo hi-
– no hace falta ser tan formal Dacascos, tranquilo– dijo Yuuri
– s-si Su Majestad, el visitante, ha llegado, sano y salvo
– si, gracias
Wolfram que estaba a lado de Yuuri en ese momento, estaba muy emocionado, algo que no era propio de él. El pelinegro notó eso, y es por eso que lo ponía aún mas nervioso, entonces se trataba de alguien muy importante.
Los caballos blancos se detuvieron por orden de sus amos, quedando enfrente de las escaleras de la entrada. Estas personas venían encapuchadas, seguramente por el sol.
Los tres hombres que venían, bajaron tan rápido como se detuvieron. Los primeros dos hombres destaparon sus cabezas dejando a la vista sus identidades y por último...el tercer chico también lo hizo. Todos se quedaron viendo aquella belleza de chico. Yuuri estaba en problemas ahora.
– (Pensamiento: ¡o-otro bishounen! ¿¡Es en serio!?)– Yuuri no podía creer lo que veían sus ojos
– Donhcell...– Wolfram estaba paralizado, se miraba tan diferente...por no decir...mas lindo
Los tres subieron las escaleras para encontrarse cara a cara a las cuatro personas que estaban presentes.
– Muy buenas tardes Su Majestad, Sus Excelencias– dijo el joven haciendo una reverencia, y los otros hombres lo secundaron
– mi nombre es Lord Donhcell Von Bielefeld, hijo adoptivo de Lord Waltorana Von Bielefeld, ellos son Gabahell y Paul, mis guardianes personales, es un placer conocer personalmente y por fin al nuevo Maou de Shin Makoku.
– s-si, e-el placer es mío, bi-bienvenido– Yuuri estaba viendo otro ángel, este chico tenia el cabello café, ojos café y piel blanca, tenía un traje blanco con pequeñas decoraciones elegantes en su cuello y bolsillos de saco...es bello, decía el rey en su mente, este chico tenia unos ojos traviesos que con solo mirarte caerías rendido ante él. Que envidia.
*Donhcell*
– Lord Weller, pero que gusto me da verte de nuevo *sonrisa amplia*
– Donhcell, es un placer volver a verte, te ves bien
– ooh puedo decir lo mismo...Conrad
– Muchas gracias *sonrisa*
– y Günter
– joven Donhcell– bajaban pequeñas gotas de sudor nervioso por la frente de el pelilila.
– jajajaja~ tranquilo no haré nada de travesuras, te ves bien igual. Me un gusto verte de nuevo.
– G-gracias
Donhcell dejó de ver a Günter y vio un poco atrás hacia la derecha, unos ojos hermosos color esmeralda lo miraban atentamente.
– Wolfram.....–todos voltearon a verlo–...¿eres realmente tú?– como si hubiese dejado lo mejor para el final, dijo el chico sonriendo sorprendido y acercándose a él.
– Donhcell...cuanto tiempo...en se-...¡ohj!– Wolfram no terminó de decir lo que quería por que recibió un fuerte y cariñoso abrazo de parte de Donhcell, cosa que lo sorprendió, a él...hablando de su edad y estatura...solo Yuuri lo había abrazado de ese modo. El tenía un aroma agradable.
– ¡no sabes cuanto te he extrañado!– deja de abrazarlo para verlo a los ojos mientras toma sus hombros– ¡has cambiado!, ¡definitivamente eres increíble Wolfram! ¡Mírate! Todo un soldado hecho y derecho, me enorgulleces rubiecito, en serio.
– mira quien lo dice *sonrisa*, tú también has cambiado, incluso te has vuelto mas alto que yo, ¡eso no es justo!– dijo Wolfram
– ¡oh vamos! ¿En serio? Jajajajaj no lo había notado, pero Igual, creo que los dos hemos tomado diferencias en ciertos aspectos...pero sabes...hay algo que no ha cambiado en ti...
– ¿eh? ¿Que cosa? ¿El uniforme?
– No....lo lindo que te ves por donde sea que te miren...
*flecha dirigida a la cabeza de Yuuri*
Tanto Wolfram como Yuuri se sorprendieron más que los otros presentes por el comentario casi seductor de Donhcell. Sin duda alguna...Yuuri estaba en problemas.
– ¡t-tonto! Pero ¿que dices?, ¡hmph! Si el único lindo aquí es Yuuri– dijo Wolfram un tanto sonrojado
– ¿eh? ¿Yuuri?
– ¡ohj! Ese es mi nombre. Shibuya Yuuri Harujuku-
– Furi– dijo alguien por detrás
– Harujuku Furi *sonrisa*
– ¿Murata?– dijo Yuuri
Todos hicieron una reverencia a Su Excelencia Murata en ese momento, a excepción de Yuuri. El joven pelicafe se preguntaba si esa personas era quien el pensaba y Murata notó esa duda.
– ohj, mucho gusto mi nombre es Murata Ken
– ¿Ken?
– es Su Excelencia el Gran Sabio– dijo Günter
– ooh, así que es usted del que tanto hablan...interesante...– hizo una pequeña reverencia. El Gran Sabio se abatió un poco por eso. Incluso su expresión cambió
*expresión de Murata*
– ¿del que tanto hablan?
– Por supuesto, Su Excelencia, El Daikenja es muy famoso, al igual que el Maou, son muy sorprendentes con sus ojos y cabellos, mas negros que la noche, lo únicos Soukokus del mundo, yo aun no me lo creia– luego de que el dijera eso, un soldado de la tropa personal de Gwendal se acercó e informó algo en secreto a Günter
– si...entiendo. Su Majestad creo que deberíamos entrar, los visitantes debe venir muy cansado de su viaje a corcel
– ¡ahj! Es verdad, que descortés de mi parte, vamos dentro
– Donhcell, ¿cuánto tiempo te quedarás?– preguntó Wolfram
– pues eso depende de Su Majestad— dijo el joven mientras todos caminaban hacia adentro
– ¿eh? ¿De mi?
– por supuesto Majestad, solo somos unos visitantes, usted dirá cuanto tiempo nos permite horpedarnos en su castillo
– emm...bueno, pueden quedarte el tiempo que quieras *sonrisa*, de todas formas se que tienes mucho que hablar con Wolf
– si.......
(HABITACIÓN DE DONHCELL)
– Esta será su habitación Joven Donhcell– decía Günter
– haa~ que recuerdos...¿no es así Wolf?
– si, ha pasado tanto tiempo desde que jugábamos aquí
Era una habitación que había estado cerrada por asuntos....reales, pero aun así debían abrirla, después de todo fue la misma habitación que un día ocupó Saralegui cuando visitó a Yuuri, pero había estado cerrada desde entonces. Lograron limpiarla completamente a tiempo, dejándola impecable, como ya había estado antes.
– si...¡ohj! ¡Mira! Sigue ahí la pared portal~, solo que ahora....la han vuelto a pintar– dijo en tono suave
– ¿pared portal?– preguntó Yuuri
– si, era una pared especial para nosotros, allí escribíamos nuestros secretos, y como nadie a excepción de mi y Donhcell entraba aquí, solo nosotros sabíamos que había ahí
– ¡wow! ¿En serio tenían eso?
– así es Su Majestad, Wolf y yo eramos muy unidos y sabíamos todo acerca del otro....hasta que....– Donhcell que estaba viendo a todos, se volteó y camino hacia la ventana con desgano. Wolfram notó lo que el joven recordó, así que fue a su lado.
– Donhcell, no tienes por que preocuparte por el pasado...– posó una mano en el hombro del chico
– lo se Wolf....haa~ lo que realmente me importa ahora es que nos hayamos vuelto a encontrar, no sabes cuan feliz me hace eso...ya te extrañaba mucho– dijo tomando la mano de Wolfram
Murata que estaba allí también, notó algo. Había un aroma exquisito que lo mareaba
– Su Excelencia, ¿se encuentra bien?– preguntó Conrad
– Si
– bien, creo que si tomaré la habitación, es cálida, cómoda y me trae bellos recuerdos *sonrisa*. Es perfecta.
– que bien que te guste y te sientas cómodo, espero que podamos llevarnos bien– dijo Yuuri como siempre
– si...también lo deseo– dijo con una voz...¿maliciosa?
Continuará.......
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