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domingo, 20 de mayo de 2018

ENTONCES... ¡¡¿¿QUIÉN ES QUIÉN??!! 19 DIVINIDADES

Habían pasado dos días desde el último suceso, la verdad es que todo el reino sospechaba de él... por lo que estaba pasando... simplemente no lo podían creer.

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Por Sanguría:

- ¡NOTICIAS! ¡NOTICIAS!

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- Su Majestad, ¿deberíamos poner este así?–decía Günter.

- sí, creo que sí, es más, creo que deberíamos poner estos dos allí mismo –dijo el rey apuntando hacia los dos objetos de plata colocados en el suelo en son selectivo.

Yuuri había conseguido distraer a Günter con que quería ver algo de decoración en la oficina principal y de ese modo, según él, zafarse aunque sea un rato de las tareas del reino. Después de todo ya había terminado la mayoría.

- es una gran idea Su Majestad –Günter posiciona las dos pequeñas estatuas de plata con forma de un salmón siendo atrapado por un oso en solo dos patas, ¿qué no se supone que los osos en Shin Makoku son herbívoros?

- ¿qué tal se ven?

- se ven bien, me gusta, ¿tú qué opinas Wolfram?

- ...

- ¿Wolfram?

- ...

- ¿Wolfram me estás escuchando?

- ¿eh? ¿Qué?, emm, lo siento no estaba poniendo atención.

- ¡ahg! No estés de distraído... te preguntaba si los adornos se miraban bien.

- ¿adornos? –Wolfram mira hacia los estantes- Yuuri, en serio, ¿desde cuándo te interesas por los adornos?- Yuuri se acerca a él.

- (susurro: sólo sígueme la corriente)

- (susurro: ¿qué?)

- bien Su Majestad creo que está listo, está bien así ¿cierto?, ¡se ven divinos!

- sí, Günter, se ven genial.

Luego de que Yuuri halagara al jugoso pelilila, el rey siguió con sus quehaceres... ni modo, ¿qué hacer?, no se pudo escapar del todo. Wolfram, al poco tiempo después se marchó del lugar.

– ¿Y Murata? –preguntó el rey.

(HABITACIÓN DE DONHCELL)

Dentro de esta, estaba aquel joven sentado escribiendo la correspondencia de ese día, estaba algo eufórico por que no sabía que palabras utilizar para que quien la recibiera no se sintiera ofendido por lo que quería decirle.

- ¡Demonios!

Llevaba ya muchos papeles arrugados y botados en el suelo.

*Tocar de puerta*

- ¡Agh!... pase.

- ¿Donhcell?

- ¡Oh Wolfram! Eres tú.

- sí -Wolfram se acerca y ve que hay mucha basura en el derredor, voltea a ver a al chico y nota en su mano otro papel ya arrugado- oye ¿ocurre algo? Te noto un poco frustrado.

- nada importante, tan sólo siento que no tengo inspiración para...*suspiro* hacer una carta.

– ¿Una carta? ¿Para quién?

– Para Waltorana por supuesto, debo informarle que mi estadía aquí está bien.

– A mi tío... entiendo, bueno, sabes, yo más bien venía a invitarte al jardín, quiero mostrarte algo.

– ¿Al jardín?, ya veo, bueno, sólo... déjame terminar y luego voy contigo.

– está bien.

Wolfram se sentó en la cama a esperar que Donhcell terminara lo que hacía.

(TEMPLO SHINOU)

Murata conforme a lo que había encontrado como alternativas para resolver el problema con Mitsuki se avocó a Su Majestad, El Rey Original, pensado que podría ser de ayuda.

– ¿y entonces? ¿Qué crees que pueda hacer?

– tú eres el Gran Sabio, tú tienes que tener una idea de que hacer.

No salió como esperaba.

– por supuesto que lo soy, pero sin embargo tú eres el rey original, debes ayudar en algo ¿no lo crees?

– es Yuuri el rey ahora y no entiendo que es lo que estará pensado en hacer pero el tiempo se está yendo muy rápido, no podemos esperar por más... eso podría pasar en cualquier momento.

– lo sé... –el Gran Sabio baja la mirada, él también está preocupado por lo que... podría estar a punto de pasar.

– deberías irte ahora, puedo asegurarte que te necesita más allá junto a él, que acá tratando de ayudarle desde "el pasado".

– tal vez tengas razón, pero creo que esto no va a durar mucho en secreto. Nos vemos luego.

– sí...

Murata se dirigía a la salida con sus pensamientos revueltos, se sentía abrumado.

Shinou por ser el primer rey de Shin Makoku está en todo su derecho en ayudar a su nación, sin embargo, problema ahora es que este asunto no es del todo algo nuevo.

(JARDÍN TRASERO DEL CASTILLO)

– ¿cómo dijiste que se llamaba?

– "Conrad... resiste en la tierra"

– "Conrad... ¿Resiste en la tierra?, ¿Por qué un nombre tan angustiante? ¿Qué es "tierra"?

– es una larga historia la verdad... de hecho creo que se podría decir que fue una de las experiencias más impresionantes pero delicadas de la historia de este país.

– ¿a sí?

Los dos chicos daban una serena caminata alrededor del jardín trasero donde se encontraban las plantaciones de Cheri-sama. Wolfram se sentía bien porque su amigo lo escuchaba y se mantenía a su lado... como en los viejos tiempos... tiempos que él los tomaba como divinos. Sus divinidades.

Charlaban y charlaban de lo que fuera y al final siempre llegaban a la misma conclusión.

– vamos Wolfram –dijo suplicante Donhcell– vamos otra vez ¿sí?

– no creo que pueda, debo estar aquí, no puedo darme el lujo de andar por ahí, además, ese bar... ¿no crees que está muy viejo?, hemos ido sólo tres veces y las mismas tres veces siempre hay borrachos asquerosos por todos lados.

– ¡es verdad! ¡que torpe he sido! Olvidé completamente que eras así *mueca de chica* de delicado jajajaja –se burlaba el chico de Wolfram.

– ¡oye! Deja de decir eso así, tú... pequeño enclenque.

– jajajaj, entonces ¿qué dices? ¿probamos con otro lugar más... sofisticado? A tú, no... ¿nuestro nivel? –dijo el pelicafé en tono dulce.

*Expresión*



– me parece mejor la idea, pero como te dije, soy un soldado ocupado, no puedo sólo salir cuando se me de la gana. Primero debo informar a Yuuri.

– ¿Yuuri? Oh, el rey... ¿Por qué lo llamas por su nombre y no Su Majestad?

– es obvio ¿no?

– ¿obvio? ¿el qué?

Wolfram se extrañó mucho que Donhcell no supiera que el Rey Yuuri, era su prometido.

– que Yuuri sea-

– ¡Su Excelencia Wolfram! –llamó cansado un soldado de la guardia de Gwendal que venía corriendo directo a los dos chicos.

– ¿Qué ocurre?

– disculpe pero, Su Alteza Real lo llama, está en la oficina.

– ¡Oh! Entiendo, gracias.

– ¡Sí! –el soldado se fue de inmediato.

– te lo dije, estoy ocupado, tal vez otro día –le dijo Wolfram a Donhcell, se levantó de la banca de donde estaban sentados y se dirigió a la oficina principal.

Donhcell por su parte se quedó viendo como se iba su amigo, allí mismo... sentado, pensando de que forma podría... de algún modo...

– Oh Wolfram...

(OFICINA PRINCIPAL)

– ¡¿Qué?!–gritó un artista frustrado.

– tal como lo oyes.

– ¡¿Pero como rayos se les ocurre semejante estupidez?!

– Mitsuki, se que suena loco pero... el que tenga que aprender a usar la espada es muy, pero muy necesario.

– ¡Esa cosa es muy pesada!

– es por eso que Wolfram te enseñará.

– ¡Ah no! No aprenderé a usar la espada y ¡Menos con ese gruñón!

– ¡¿Qué dijiste?! –dijo exaltado Wolfram.

– ¡Chicos cálmense!

– pero Yuuri-

– Wolfram... por favor.

– Yuuri ¿Por qué?, para este debilucho el usar es un reto muy grande, sólo ¡Mira! –Wolfram toma el brazo de Mitsuki y lo levanta como a una ramita– parece que solo estuviera en los huesos, ¿Cómo podrá levantar una espada con brazos así?

Mitsuki se zafa rápidamente.

– ¡Hmph! ¡Para que te lo sepas, tengo músculo suficiente para lucir a mi edad!

– ¿Tu edad? ¿Y cuántos años tienes?

– la misma que Yuuri y la tuya... hmm... ya sé... ya lo recuerdo... por ser de este mundillo tienes más de lo que aparentas ¿Cierto?

– ¿A qué llamas "mundillo"?  Y no sé a que te refieres.

– sí, ya me lo dijeron, ¡eres un ochentón!

– ¡¿Qué?!

– ¡¡Ya fue suficiente de los dos!! –dijo un Gwendal con un tick en la ceja derecha por lo estresado que se encontraba.

– hermano mayor...

– los mandaron a llamar para discutir acerca de algo importante, ¡No para estar jugando!

– lo sé... lo siento.

– está bien Wolfram –dijo Yuuri– de todas formas creo que eso de enseñarle a Mitsuki lo de la espada es algo exagerado, pero debemos fingir aún... recuerda que sólo dentro del reino saben de la existencia de Mitsuki, los del pueblo no, así que debemos seguir siendo discretos. Además tengo dos motivos por los cuales te estoy pidiendo esto.

Wolfram observó a Yuuri atento a lo que diría.

– uno, porque creo que después de usar la espada vendría enseñarle a montar un caballo.

– creo que en términos de orden, mostrarle como se monta un caballo debería ir antes que lo otro.

– sí, pero creo que llegaríamos al mismo resultado... y dos, porque yo, Mitsuki y los demás iremos a Van Dar Via... y tú, no vendrás con nosotros. Te quedarás aquí.

– ... ¿Cómo?...

Continuará...

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